PARADA 2:

La Mochila

No hace falta llevarte la casa a cuestas. En este camino, menos es más. La mochila va cargada con lo esencial: conocimientos que suman, motivación que impulsa y la seguridad de que estás donde tienes que estar.

Pero también hay que dejar atrás lo que pesa: el miedo al fracaso, la presión por ser perfecta y las expectativas que no son tuyas. Vamos a llenarla solo con lo que de verdad te hace avanzar, porque el viaje ya es lo bastante intenso como para cargar con dudas que no sirven.

Respira hondo y ajusta las correas. La mochila está lista. ¿Seguimos caminando?