PARADA 3:
A veces el camino se pone cuesta arriba y te dan ganas de tirar la mochila al suelo y mandar todo al carajo. Pero esos días también son parte del viaje. No se trata de evitar las piedras, sino de aprender a sortearlas, y para eso estoy yo aquí: para ayudarte a levantarte cuando flaqueen las fuerzas.
Esto no es un acompañamiento masivo. No trabajo con volumen porque no creo en hacerlo en plan cadena de montaje. Trabajo con grupos reducidos porque quiero estar contigo, de verdad, en cada paso del camino. Quiero llevarte de la mano cuando te sientas perdida, escucharte cuando el cansancio pese y empujarte cuando creas que no puedes más.
Estamos juntas en esto. Porque los obstáculos también se saltan cuando tienes alguien que te recuerda que sí puedes.